TRACER REPITE EN EL SHOWTIME DE BOB MACADOO


Para este año 1988, la FIBA decidió cambiar el formato de la final, introduciendo el concepto de Final Four. Los cuatro mejores equipos de la liguilla previa accederían a semifinales, que se disputarían en campo neutral y a partido único, esas dos semifinales darían lugar dos días después y en ese mismo lugar a la gran final de la Copa de Europa de baloncesto.



De esta forma, la ciudad belga de Gante acogería esta fórmula de resolver el campeón a la que llegaron los cuatro mejores equipos del continente: Tracer de Milán, Partizan de Belgrado, Maccabi de Tel Aviv y Aris de Salonica. En semifinales, Maccabi sufrió más de lo esperado para derrotar al Partizan de Divac, Paspalj y Djorjevic, mientras que Milan se deshacía también con problemas de los griegos capitaneados por los eternos Galis y Giannakis.
                                   D´Antoni (8) fue clave en la final con cuatro triples anotados


Así pues, Gante vería una reedición de la final del 87 entre los italianos de la Tracer de Milán y los israelitas del Maccabi de Tel Aviv. Los italianos repetían formato con Mike D´antoni de base, Roberto Premier de escolta, y tres grandes: Ricky Brown, Bob MacAdoo y Dino Meneghin. Desde el banquillo, aparecieron como base Piero Montecchi, el alero Ricardo Pittis y el también alero Massimiliano Aldi (la prestación de estos jugadores en este partido se me antoja decisivo para el título). El entrenador en esta final sería Franco Cassalini, ayudante la temporada anterior de Dan Petterson.

Por los macabeos, volvía al banquillo Ralph Klein, que apostaba por el veterano base Motti Aroesti, a su lado de nuevo Jamchi como escolta. Para apoyar a Jamchi, contaban esa temporada con Willie Simms como alero, jugador versátil que podía ejercer también de base, y en el juego interior repite Magee pero esta vez junto a Ken Barlow (que como recordareis la temporada pasada “campeonó” con Milan). Como reservas, el veterano de mil batallas Berkowitz, también el alero Motty Daniels, el base Lipin y el pívot Cohen.

Comienza la batalla con un Jamchi desatado, aún probablemente pensando en el fallo final del año anterior (1-6, 2-8, 6-13). Pero Maccabi sólo era Jamchi en esos compases, por lo que los italianos respondieron con una zona, eso sumado a la entrada en pista de Aldi hizo que el partido se igualara (17-17). A partir de ahí, D´antoni cogió los mandos y las ventajas fueron para la Tracer (29-24, 34-29) hasta una máxima de diez con enceste de Pittis (41-31). Pese a que los macabeos lucharon, un triple de MacAdoo (48-37) y la cuarta falta personal de Kevin Magee casi les condenaban a la derrota en el entretiempo (52-41).

Al descanso, el más acertado del equipo italiano era MacAdoo con 15 puntos, con otros 15 tantos respondía Jamchi por los isralietas.

La segunda parte comenzó con un Maccabi diezmado por las faltas de Magee y su sustitución por el joven e inédito hasta entonces Cohen. Así, Milan puso la máxima en 14 puntos (55-41), y cuando todo parecía perdido, Maccabi sacó su gen ganador por medio de Simms, reconvertido en esta segunda mitad a base, y Jamchi, aunque por desgracia, perdían a Magee por cinco faltas (62-57, 66-63). El partido volvía a estar apretado, Milan se iba por momentos (76-71) pero Maccabi consiguió igualar a seis minutos para el final por medio del veterano Berkowitz (78-78).

Ahí aparecieron varios factores: la clase incuestionable de MacAdoo que tanto anotaba como asistía a Pittis (84-80), también el cansancio macabeo por el esfuerzo de la remontada con fallos en tiros libres y triples (86-82). Con un minuto para finalizar, Brown tapona a Jamchi y recupera, MacAdoo anota (89-82)…es el adiós para los israelíes y el comienzo de la fiesta para los italianos que invaden la pista con el último tiro libro anotado por Premier (90-84). Milan consigue su doblete continental a costa de un Maccabi que fracasa en su quinta final de la década.


ANOTADORES:

Milan:     90  – Dantoni 17 Premier 3 Brown 17 MacAdoo 25 Meneghin 3 – Aldi 7 Pittis 10 Montecchi 8.

Maccabi: 84 -  Aroesti 0 Jamchi 24 Simms 15 Magee 13 Barlow 21 – Lipin 0 Daniels 2 Berkowitz 3 Cohen 6.


Y de esta forma, la Tracer de Milan se convierte en la fuerza hegemónica repitiendo título (87 y 88) ante un mismo rival, Maccabi de Tel Aviv. En esta final, Milan tiene una mayor aportación de su gran estrella, Bob MacAdoo (25 puntos) y también de su base titular, Mike D´antoni (17 puntos con 4 triples anotados) paliando así el flojo partido de Premier y el veteranísimo Dino Meneghin.

También el banquillo se renueva, y la aportación de los jugadores que salen de refresco suman mucho para el equipo con Aldi, Pittis y Montecchi (25 puntos entre los tres). De nuevo, la formula del triple-poste da sus frutos con Ricky Brown y Bob MacAdoo alternando las funciones de alero y pívot, una combinación letal ante la que Maccabi no tenía alternativas.
                  Milán celebra su doblete con Meneghin (bajo el título), D´antoni (sin camiseta) y Aldi (6)


En el bando contrario, Maccabi de Tel Aviv continuaba con su particular maldición en las finales (esta será su quinta final de la década con sólo un triunfo) a pesar de un excelso Doron Jamchi (24 puntos) y el tremendo esfuerzo de Barlow y Simms. El momento clave fue sin duda la cuarta y quinta falta personal de Kevin Magee (13 puntos sólo en la primera mitad) que lastró en exceso a su equipo, a pesar de que Cohen aportó 6 puntos.

Un error quizás el no cambiarlo antes de cometer la cuarta falta justo antes del descanso, pero también hay que decir que en esa época ese tipo de estrategias de reservar jugadores no se utilizaba mucho.

Así, Tracer conseguía la tercera Copa de Europa de su historia y segunda consecutiva, mientras que Maccabi debería seguir intentándolo…

Y ahora entramos ya en zona amarilla, la de la Jugoplastika de Split de “unos tales” Kukoc y Radja…pero eso será la semana que viene, ¡¡¡la magia “plavi” nos espera¡¡¡

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