ESPAÑA MUNDIAL 86: "EL BUITRE" VOLÓ HASTA LOS PENALTIS DE CUARTOS.


España llegaba a este Mundial de México en 1986 con el espaldarazo que había supuesto la final alcanzada dos años antes en la Eurocopa de Francia. Sin embargo, la clasificación para la cita mundialista, pese a lo que se podía esperar, no fue nada fácil: en un grupo en teoría asequible con Gales, Escocia y Finlandia, los nuestros tropezaron en Gales (3-0) y en Escocia (3-1). España venció en Islandia a domicilio y en casa a Gales y Escocia. Así, una última victoria ante Islandia en Sevilla les daba el pase a los nuestros a la Copa del Mundo.
   Butragueño anota uno de sus cuatro goles ante Dinamarca en octavos de final

Comenzó perdiendo España ante Islandia (0-1), se mascaba la tragedia pero los goles de Rincón y Gordillo obraron la remontada (2-1) y los nuestros ponían rumbo a México.

Para la gran cita mundialista, el seleccionador Miguel Muñoz, convocaría a los siguientes futbolistas:

Porteros. Zubizarreta, Urruti y Ablanedo.

Defensas. Tomás, Goicoechea, Maceda, Camacho, Julio Alberto y Chendo.

Centrocampistas. Michel, Francisco, Víctor, Señor, Gallego, Calderé, Gordillo y Setién.

Delanteros. Butragueño, Salinas, Carrasco, Eloy y Rincón.

Repetían de la convocatoria de Francia 84 un total de trece jugadores (Zubi, Goico, Maceda, Camacho, Julio Alberto, Francisco, Víctor, Señor, Gallego, Gordillo, Butragueño y Carrasco), se añadían nuevos nombres como Míchel, Eloy, Calderé, Setién, Chendo, Tomás, los dos porteros suplentes Urruticoechea y Ablanedo y Rincón que no pudo acudir a la cita francesa por lesión. Era un bloque continuista del que se caían  delanteros míticos como Santillana y Sarabia y en el que las crónicas de la época nos cuentan que los veteranos que no jugaban como Carrasco o Rincón enturbiaron el ambiente de la concentración, a esto hay que sumarles las bajas en defensa durante el torneo (Maceda, Goico, Gordillo...más Sanchís lesionado antes del Mundial) y la falta de recambios para los centrales lo que motivó que Muñoz acabara recolocando a Tomás o Gallego en ese puesto. También ilusionaba la apuesta de futuro con Michel y Butragueño.


Antes de debutar en el Mundial, los nuestros disputaron cinco amistosos que dejaron un mal sabor de boca con derrotas ante Bulgaria, Bélgica y Polonia, empate a cero con Austria y una sola victoria ante la URSS.

ESPAÑA 0 – BRASIL 1. Bambridge y Sócrates nos dejaron sin puntos.

El debut era de altos vuelos: la Brasil de Sócrates, Alemao o Careca (no estaba Zico en este partido) pero España no se acomplejó y plantó cara ante la canarinha. Muñoz puso en liza a Zubizarreta en portería; Tomás, Goicoechea, Maceda y Camacho en defensa; Michel, Francisco, Victor y Julio Alberto en el mediocampo; y Butragueño arriba con Salinas.

En Jalisco, los nuestros dieron la cara y no fueron inferiores a Brasil en ningún momento. Así se llegó al descanso con 0-0 en el marcador, en la reanudación se produjo uno de los errores más clamorosos de los Mundiales: Víctor saca un corner, Maceda toca para atrás y Michel la empalma desde la frontal, el balón toca en el larguero y entra (más de 20 centímetros) clarísimamente dentro de la portería brasileña pero el árbitro señala…¡¡corner¡¡ el australiano Bambridge no quiso dar el gol pese a las reclamaciones españolas. Vergonzoso.

Continuaba el 0-0 y Brasil se desplegó un poco más en ataque hasta la jugada del gol: remate de Careca que pega en el larguero, el balón queda manso y Sócrates (en más que posible fuera de juego) sólo tiene que empujarla (0-1). Señor reemplazó a Francisco y España no dejo de buscar el gol del empate pero sin éxito, incluso Camacho tuvo un remate sobre la hora para igualar. Brasil se llevaba la victoria injustamente y a España sólo le quedaba ganar sus dos partidos para seguir viva en el campeonato.


 ESPAÑA 2 – IRLANDA DEL NORTE 1. Victoria sufrida para seguir vivos.

No había tiempo para las lamentaciones y pese a la buena imagen ofrecida ante los brasileños, España tenía cero puntos y debía ganar imperativamente a Irlanda del Norte. Cinco días después del debut y en Guadalajara, España buscaba sus primeros puntos en el Mundial alineando a Zubizarreta; Tomás, Goicoechea, Gallego, Camacho; Michel, Francisco, Víctor, Gordillo; Butragueño y Salinas.

Gallego sustituía a Maceda (quién aquejado de problemas de rodilla, tuvo que regresar a España y era baja para el resto del torneo) en defensa y Gordillo a Julio Alberto por la izquierda, en un partido donde se debía ganar y con esa convicción España tardó poco en anotar. En el minuto 1 un pase filtrado de Michel rompe toda la defensa norirlandesa y Butragueño en el mano a mano bate a Pat Jennings (1-0). El gol templó los nervios y asentó el juego de los nuestros...

...Y más confianza aún a los 20 minutos: balón que roba Butragueño cerca del área contraria, pasa a Salina en la frontal y el tosco delantero vasco lanza un zurdazo que supone el 2 a 0. Parecía tarea concluida pero a la vuelta de vestuarios una suma de errores, digna de una película de los hermanos Marx, nos complicó la vida. Zubi despeja mal, Gallego devuelve aún peor, Zubi se resbala y Clarke mete la cabeza para poner el 2 a 1. Gordillo cae lesionado y es sustituido por Calderé.

Tocaba sufrir e Irlanda con poco fútbol y mucha fuerza y rudeza asedió a los nuestros. Señor sustituyó a Salinas para asegurar la posesión y el partido iba a ser nuestro pese a los golpes que Camacho y Goicoechea recibieron por parte norirlandesa. El objetivo estaba cumplido: dos puntos que nos daban un respiro; ahora a puntuar ante Argelia y pasar de ronda.

  Como queda patente, el disparo de Michel entró en la portería brasileña pero el árbitro no lo dio.


ESPAÑA 3 – ARGELIA 0. El día de Calderé y Eloy nos dio billete para soñar.

El tercer encuentro de nuestra selección se disputó en el estadio Tecnológico de Monterrey. España sumaba hasta ese momento dos puntos, por uno de Argelia e Irlanda del Norte. No siendo probable que los norirlandeses dieran la sorpresa a Brasil (como así fue, perdieron 4-0), un empate bastaba a los nuestros para ser segundos y pasar de ronda ya que ser primeros era imposible.

Miguel Muñoz puso de salida a Zubizarreta; Tomás, Goicoechea, Gallego, Camacho; Michel, Francisco, Víctor, Calderé; Butragueño y Salinas. La única modificación fuera la entrada de Ramón María Caldere por el lesionado Gordillo.

Argelia había sorprendido cuatro años antes con su juego alegre y buenos jugadores como Madjer o Belloumi pero parecían estar a un nivel inferior. Sacaron un empate a Irlanda del Norte y perdieron por la mínima ante Brasil, también se temía la dureza con la que se empleaban sus jugadores como con Irlanda del Norte pero pronto las dudas se disiparon y al cuarto de hora, Salinas se interna en el área y da el pase de la muerte a Calderé que define ante Drid (1-0)

Este gol dio tranquilidad a los nuestros, y pese a los intentos de Argelia, España pronto liquidaría el encuentro y en un contraataque español, Eloy, que sustituyó a Butragueño en el descanso, rompe el fuera de juego y se planta ante Drid pero cede generosamente a Calderé que marca a puerta su vacía su doblete (2-0).

Señor había sustituido a Michel un minuto antes del gol, y el resto de la segunda parte transcurrió plácidamente para los nuestros, Argelia se había rendido y España sentenció: pase de Gallego al corazón del área, Eloy evita el fuera de juego y bate al portero argelino. Era el definitivo 3 a 0.

ESPAÑA 5 – DINAMARCA 1. Queretaro y El Buitre pasan a nuestra historia.

España se presentaba en la ronda de octavos de final con no mucha brillantez pero convencida de poder competir contra un viejo conocido: Dinamarca, al que ya batimos dos años atrás en las semis de la Euro 84. El desempeño de los daneses había sido terrible en la primera fase con goleada (6-1) a Uruguay y victoria (2-0) ante Alemania Federal.

Muñoz alineó de salida a Zubizarreta en la portería; Tomás, Goicoechea, Camacho y Julio Alberto en defensa; centro del campo para Gallego, Michel, Calderé y Víctor; y en la delantera Butragueño y Salinas. La novedad era la entrada de Julio Alberto por Francisco.

El estadio “La Corregidora” de Queretaro albergó este encuentro que quedara para la historia de nuestra Selección, “La noche de Queretaro” (de día en México, de noche en España) vio como Dinamarca salía arrasando con claras oportunidades de Elkjaer y Olsen, hasta que una internada dentro del área de Berggreen fue cortada en falta por Gallego, el arbitro Keizer decretó penalti. Olsen engaña a Zubi y anota el 0 a 1.

Había pasado un ciclón y España estaba abajo en el marcador, pero los nuestros se van reponiendo poco a poco y Julio Alberto tiene una clarísima para empatar. En el minuto 42, una cesión inocente de Olsen a su portero Hogh se queda corta, el regalo lo aprovecha Butragueño para establecer la igualdad llegándose así al descanso con tablas en el marcador (1-1).

Ese fue el principio del fin para los daneses y el inicio de una majestuosa segunda parte para España con un nombre propio: Emilio Butragueño. Eloy sustituye a Salinas y Elkjaer hace un jugadón que pudo ser el 1 a 2, Camacho poco después prolonga un corner sacado por Víctor y Butragueño en el segundo palo cabecea el 2 a 1.

A partir de ese gol, Dinamarca se hundió por completo y España se hizo amo del partido. Michel casi sentencia el partido y acto seguido Morten Olsen derriba a Butragueño y Goicoechea fusila a Hoch (3-1). Dinamarca había desaparecido del partido y a diez minutos para el final, Eloy recibe un pase en profundidad de Michel, y el pequeño delantero cede a Butragueño, quién en boca de gol  hace el cuarto de España y tercero particular del “9” de España, hat-trick para Butragueño (4-1).

Francisco sustituye a Michel y el pase a cuartos está en el bolsillo. Faltaba la guinda al pastel, sobre la hora Butragueño recibe dentro del área, “detiene el tiempo” y quiebra a Olsen, que lo derriba. El penalti es transformado por el propio delantero del Real Madrid para el 5 a 1…y ¡¡¡su cuarto gol de la tarde¡¡¡ España en cuartos de final tras barrer a Dinamarca en su mejor partido del campeonato y uno de los mejores de su historia.

ESPAÑA 1 – BÉLGICA 1 (PENALTIS 4-5). Y EL SUEÑO SE ESFUMÓ SIN QUE FUERAN MEJORES.

España volvía a los cuartos de final de un Mundial 36 años después. Desde los tiempos de Zarra no se vivió un éxito similar, por lo que el país estaba ilusionado con una gesta mayor. La portentosa exhibición de Butragueño ante Dinamarca nos hacía concebir esperanzas de alcanzar las semifinales.

Enfrente, un enemigo que no asustaba demasiado: Bélgica, que pasó la primera ronda como tercera y venció en octavos a la URSS tras prórroga y con clamorosos errores arbitrales a su favor, tenía como grandes figuras a su portero Pfaff, al centrocampista Scifo y al delantero Ceulemans.

Para este encuentro histórico, Muñoz alineó a Zubizarreta; Tomás, Chendo, Camacho y Julio Alberto; Gallego, Víctor, Calderé, Michel; Butragueño y Salinas.
Chendo debutaba en el torneo sustituyendo al sancionado Goicoechea. La defensa quedó muy mermada sin el bravo central vasco y la baja indefinidad de Maceda, España estaba sin centrales y Camacho formó dupla con Tomás Reñones (lateral derecho de toda la vida). El resto, los mismos que ante Dinamarca, ya que Gordillo aún seguía renqueante de su lesión ante Irlanda del Norte.

En el estadio Cuauhtemoc de Puebla, España arrancó este partido dominando ante un equipo veterano, el belga que se replegaba a verlas venir. Mediada la primera mitad, la falta de centrales altos nos pasó factura: centro perfecto de Vercauteren por la izquierda y Ceulemans se incrusta entre los centrales para adelantar a su equipo con genial remate de cabeza (0-1).

Se confiaba en una remontada como contra Dinamarca, pero Bélgica era mas experta y férrea en defensa que los daneses. Señor entró por Tomas en el descanso y España dominó, abrumó a los belgas pero sin conseguir el gol del empate. Eloy entró por Salinas buscando reeditar su gol ante Argelia pero el tiempo pasaba y España parecía ser victima de nuevo de su tradicional mala suerte…

…y aquello parecía cambiar esta vez. En el minuto 85, Víctor bota una falta casi en el corner y sorprende a todos buscando en la frontal a Señor (el mismo del gol del 12-1 a Malta) en lugar del típico centro a la olla, Señor la pega de lujo y Pfaff no ve la trayectoria del balón entrando como un obús en la portería belga (1-1). La prórroga era merecida para los nuestros.

El tiempo extra, entre el calor y el miedo a perder, transcurrió sin sobresaltos y la tanda de penaltis decidiría el vencedor. España pateó en primer lugar: Señor engañaba a Pfaff (1-0), Claesen hacia lo mismo con Zubi, horrible en toda la tanda (1-1). Era el turno de Eloy, que había cuajado un gran torneo, la pega horrible y Pfaff sólo tiene que rechazar (1-1). El lamento del delantero del Sporting tras el fallo fue el de todo el país y Scifo aprovecha el fallo español para adelantar a los belgas de fuerte derechazo (1-2). Había que marcar y esperar un fallo de los belgas, a Chendo no le tembló el pulso y batió a Pfaff (2-2), pero Broos engañó a Zubizarreta (2-3).

Butragueño devolvía la ilusión anotando por la escuadra (3-3), estábamos en manos de Zubi y eso en una tanda de penaltis era mal negocio…Vervoot por todo el centro de la portería marcó (3-4), Víctor debía marcar o nos íbamos para casa; el bravo centrocampista del Barcelona no falló e igualó momentáneamente (4-4). El primer match-ball tenía como protagonistas a Van der Elst y Zubizarreta. El belga chutó fuerte al medio y el portero vasco se recostó hacia su derecha. Gol y España quedaba eliminada (4-5).

Se acababa así un campeonato, que aún con los años, se recuerda como agridulce. Por primera vez en años, España era competitiva y alcanzó los cuartos, además el rendimiento de Butragueño y Michel nos hacia pensar que había relevo.
Hubo factores negativos que influyeron como la lesión de Maceda (y la falta de recambio en su posición), la lesión de Gordillo, el falso positivo de Calderé, el calor, la famosa “maldición de Moctezuma” o el enrarecido ambiente con los jugadores que no disputaron ni un minuto (Carrasco y Rincón principalmente)…todo ello aderezado con la habitual mala suerte española encarnada en la figura de Eloy Olalla y su penalti ante Bélgica.

Una participación española apasionante que se quedó en pequeña decepción…era el turno de mirar adelante y pensar en la Eurocopa de 1988 a disputarse en Alemania Federal.

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