EL PÁJARO SE POSA EN EL NIDO DE LA NBA

Si la semana pasada hablábamos del impacto de la llegada de Magic Johnson a la NBA

http://elpaloderensenbrink.blogspot.com/2018/11/la-magia-de-johnson-irrumpe-en-la-nba.html,  no fue menor la llegada y el impacto de Larry Bird en la mejor liga del mundo.

                                    Bird (33) en su clásica suspensión ante Reid (50) y Malone (24)

La final de la NBA de 1981 presentaba a unos renovados Boston Celtics liderados por el jugador  de segundo año Larry Bird frente a los Houston Rockets, que habían dado la sorpresa en la conferencia Oeste.

Los Celtics buscaban su anillo número 14. El equipo con más campeonatos de la NBA no ganaba el anillo desde 1976 y estaba inmerso en una renovación, Bill Fitch era el entrenador del equipo y contaba con Nate Archibald como base el mítico “Tiny” tan bueno anotando como dirigiendo el equipo, el escolta Chris Ford, el mencionado Larry Bird como alero, como postes el plástico y potente Cedric Maxwell y como center Robert Parish.

Desde el banquillo, la rotación se reducía al base Gerald Henderson, el energico alero M. L. Carr y los pívots Kevin McHale y Rick Robey. Los aleros Duerdor y Kreklow y el pívot Fernsten completaban el equipo.

Para llegar a la gran final, los Boston Celtics, que fueron el mejor equipo de la liga en temporada regular con 62 victorias evitando así la primera ronda de playoffs, vencieron en semifinales del Este a Chicago Bulls y en la final a los Sixers (4-3) remontando un 1-3 en contra en un dramático séptimo partido en el Boston Garden.

Hablemos ahora de su rival, los Houston Rockets, que por primera vez alcanzaban la final de la NBA. Tras unos primeros años muy duros en la liga con numerosas derrotas, los Rockets estaban listos para jugar por el anillo. Para ello contaba con una máxima figura de la época, Moses Malone.

En playoffs, pese a partir desde la sexta posición, derrotaron a los Lakers primero (sin Magic lesionado), en semifinales de conferencia a los Spurs y en la final a los Kansas City Royals por 4 a 1. En su primera aparición estelar, los Houston Rockets contaban con el pequeño base Mike Dunleavy (de larga carrera como entrenador), el escolta Tom Henderson, un alero fuerte como era Robert Reid, el ala-pívot Jimmy Paultz y su gran figura, el center Moses Malone.

                                Malone (24) rodeado por Parish (00), Bird (33) y Archibald (7)

Se caracterizaba por ser un equipo muy potente físicamente y de gran velocidad en el juego. En el banquillo Del Harris como entrenador y como jugadores de refresco el base Allen Leavell, el alero Calvin Garrett y el pívot Bill Willoughby. Completaban el equipo los pívots Major Jones, Lee Johnson y Rudy Tomjanovich (clave este último en éxitos posteriores) y el base John Stroud. Mención aparte merece Calvin Murphy, base legendario de la franquicia que se lesionó durante la final.

Estamos en la gran final. Cada equipo gana un partido fuera y en casa para un emocionante 2-2. En el quinto Boston arrasa a Houston en el Boston Garden, así que todo queda pendiente en el sexto en “The Summit” de la ciudad tejana. ¿Sería el 14º anillo para los verdes o los Rockets forzarían el séptimo partido?

Los Rockets empiezan fuerte de la mano de Malone (6-0) pero Boston muestra personalidad ante el gran ambientazo en “The Summit” (12-12). Un inspirado Maxwell pone las primeras ventajas visitantes (14-17, 16-19) y Bird pone la máxima al final del cuarto (16-23)

Bird y Malone se intercambian canastas al principio del segundo cuarto (28-31, 30-35), mandan los verdes y desde el banquillo Carr también aporta (32-39). Cerca del descanso reacciona Houston de la mano de Reid (41-43, 45-47). De nuevo Carr y una acción final de Archibald ponen distancia a la media parte (47-53)

La salida del tercer cuarto fue explosiva para los Celtics. Maxwell y Parish ponían más diferencia en el marcador (49-57, 53-64). Pese a los intentos de los locales, Bird martilleaba el aro local (61-70, 65-74). Una canasta de Ford y otra de Archibald dejaron la diferencia en quince al final del cuarto (67-82)

El anillo iba camino de Boston al principio del último cuarto (67-84) pero Houston aún no había dicho su última palabra y reaccionó de la mano de Reid (74-84), acercándose a seis puntos (78-84) con un parcial de 13-0 en un “The Summit” enloquecido. A cuatro minutos para el final el partido estaba abierto (83-86). Era el momento para los grandes y hay pocos más grandes que Larry Bird, que anotó cuatro puntos seguidos (83-90).

Los Rockets consiguieron acercarse de nuevo a minuto y medio (89-92) pero  a 50 segundos una vez más Larry Bird sentenció el partido con un triple (91-97). Los tiros libres dieron paso previo al champan y a la fiesta verde (91-102)

Boston Celtics conseguía su decimocuarto título y Cedric Maxwell sería nombrado MVP de la final. Larry Bird comenzaría su leyenda en la NBA anotando 27 puntos en este partido final…y no sería la última vez que lo hiciera.

Los Rockets por su parte, perdieron su primera final pero dieron una gran imagen, tampoco será la última vez que les veamos en la gran final os lo aseguro…

HOUSTON ROCKETS:  91  (24 + 23 + 20 + 24): - Dunleavy 6, Henderson 8, Reid 27, Paultz 14, Malone 23 – Garrett 8, Willoughby  5, Leavell 0, Jones 0.

BOSTON CELTICS:      102 (25 + 28 + 29 + 20): - Archibald 13, Ford 11, Bird 27, Maxwell 19, Parish 18 – Carr 6, Robey 6, McHale 2, Henderson 0.

Así se resolvió la NBA en 1981 con una versión renovada del “orgullo verde” de la mano de una nueva estrella, Larry Bird. Tanto Bird como Magic tenían ya un anillo, el empate se romperá en nuestra próxima entrega, la de 1982…

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