LA MAGIA DE JOHNSON IRRUMPE EN LA NBA

La actuación del novato “Magic” Johnson le dio a los Lakers su séptimo anillo de la NBA ante unos poderosos Sixers que contaban con el “Doctor J” y Darryl Dawkins como grandes estrellas. Además, la mística del encuentro fue la baja por lesión de Jabbar y la posición de pivot del propio Magic.











"Magic" Johnson (32) anota ante los Sixers (Erving 6, Mix 50, Cheeks 10, Dawkins 53)

Corría el año 1980 y se iniciaba una nueva década en la NBA. Dejamos atrás los múltiples campeones en los 70 (Bullets, Sonics, Blazers…) y el conflicto con la extinta ABA para adentrarnos en una rivalidad Lakers-Celtics que iremos conociendo temporada por temporada.

Este primer capítulo nos retrotrae a los playoffs de 1980 donde los Lakers habían dejado en el camino en el salvaje Oeste a Seattle y Phoenix (una ronda menos por ser el equipo mejor clasificado) mientras que en el Este, los Sixers se deshicieron de Washington, Atlanta y Boston. La final estaba servida: los Lakers, que tenían como hombre franquicia a Kareem Abdul-Jabbar frente a los Sixers de Julius Erving.

Los Angeles Lakers, como dijimos, eran el equipo de Kareem. Sustentados por el juego de su center del que partía todo el juego, al gran pívot neoyorquino se sumaban el base Norm Nixon, el mencionado Magic Johnson, el talentoso y poco valorado alero Jamaal Wilkes y el ala-pívot Jim Chones. La aportación desde el banquillo no era muy grande pero si contaba con buenos elementos como el alero Michael Cooper o el pívot Spencer Haywood, más los bases Holland y Byrnes y el pívot reserva Landsberger. A los mandos estaba Paul Westhead, un entrenador poco reconocido en la historia de la dinastía Laker y que fue reemplazado por Pat Riley al año siguiente.

Por su parte, los Philadelphia 76ers contaban con un gran equipo dirigido por el mítico Billy Cunningham y organizados en pista por Maurice Cheeks, al que se sumaban Lionel Hollins, el no menos mítico, Julius Erving “Doctor J”, el ala-pívot Caldwell Jones y el pívot titular Darryl “Gorila” Dawkins. Desde el banquillo aportaban jugadores muy interesantes como Bobby Jones, Henry Bibby, Mix, Richardson y Toone. Doug Collins estaba lesionado.

Una vez hechas las presentaciones vamos al lio. La final arrancó con una victoria para cada uno (1-1) y ambos se robaron un partido a domicilio llegados al cuarto encuentro (2-2). 40 puntos de Jabbar llevaron a los angelinos a poner el 3-2 en la serie pero el mencionado Kareem se lesionó y era baja para el resto de la serie…los Lakers debían viajar a Philly sin su estrella y el desastre parecía inminente.

Nos situamos: el mítico Spectrum de Philadelphia, 3-2 para Lakers pero sin Jabbar y ahí comienza la leyenda. Magic Johnson jugaría en lugar de Jabbar revolucionando el concepto de pívot (el moderno small ball o cuatro abiertos), así Chones marcaría a Dawkins, el mayor problema en defensa y en ataque Johnson ejercería de maestro desde el poste alto…os invito a ver el partido que es una gozada https://www.youtube.com/watch?v=4-gAnqsuCYU, vamos con la crónica del mismo.

Nixon de base, Cooper y Wilkes de aleros y Magic junto a Chones en el juego interior. El salto inicial ya es una declaración de intenciones: Magic va al salto entre dos. La táctica parece descolocar a los Sixers que salían de inicio con Cheeks, Hollins, Erving, Jones y Dawkins, y entre Wilkes y Magic suman las primeras ventajas (4-9, 8-15), la entrada de Bibby por parte local parece igualar el encuentro (25-28) pero los Lakers acaban arriba al final del primer cuarto (29-32)

En el segundo cuarto, los Sixers son un ciclón y se ponen por delante (38-35, 44-40) pero de nuevo Magic sofoca a los locales (54-54) y pese a las acciones espectaculares de Dawkins (58-56), el partido se va igualado al descanso (60-60).

El partido queda decantado en el tercer cuarto con un extraordinario arranque de los Lakers (14-0 de parcial) donde el ritmo del partido lo marca Magic con sus transiciones y pases a Wilkes y Cooper (60-74). A cada mínima reacción de los Sixers (76-86), respondían los angelinos que se acercaban así a su séptimo anillo (78-88), al último cuarto llegamos con diez arriba para los de oro y púrpura (83-93)

Era la hora de la verdad para los Sixers, debían reaccionar y lo hicieron de manos de su jugador franquicia, Julius Erving (89-95) quién con un gran mate encendía el Spectrum…y siguió bajando la diferencia hasta sólo dos puntos de desventaja (97-99). A cinco para el final, el partido estaba en un puño (101-103) pero los Lakers se sobrepusieron a la presión local, y primero Wilkes con un 2+1 (101-108) y otro enceste más adicional más tarde de Magic (103-110) despejaron el camino para su equipo.
                                      Los compañeros abrazan a Magic, el héroe de la final

Los intentos finales de los Sixers fueron baldíos y el partido murió en manos de Magic (107-123) dándole a Los Angeles su séptimo anillo como franquicia Laker (los cinco primeros en Minneapolis) y el segundo desde que se asentaron en Los Angeles (el anterior fue en 1972).

La actuación estelar de Earvin “Magic” Johnson con 42 puntos y 15 rebotes en el partido final, le valió el premio de MVP de las finales y el inicio de una nueva era en el baloncesto profesional…
SIXERS 107   (29+31+23+24): - Cheeks 13, Hollins 13, Erving 27, C. Jones 6, Dawkins 14 - Bibby 8, B. Jones 8, Mix 18, Richardson 0, Toone 0.
LAKERS 123 (32+28+33+30): - Nixon 4 Cooper 16 Wilkes 37 Johnson 42 Chones 11 - Byrnes 0, Haywood 0, Holland 8, Landsberger 5.


En el próximo capitulo entrará en acción otra leyenda de la pelota naranja, Larry Bird, que junto a Johnson nos hicieron amar por siempre a este deporte. Los Sixers por su parte tendrán más protagonismo en posteriores capítulos y también tendrán su particular venganza.

¡¡¡NBA en vena¡¡¡

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