CANTÚ CONSIGUE SU PARTICULAR “DOPPIETA”
Por
primera vez en esta década de los 80, dos equipos de un mismo país se
enfrentaban en la final de la Copa de Europa.
Tras
las tres finales de Maccabi, era tiempo para una nueva fuerza emergente dentro
del panorama baloncestístico, se trata del Billy Milan dirigido por el mítico
preparador norteamericano Dan Petterson y que contaba con el base (aún
norteamericano) Mike D`Antoni, los aleros Roberto Premier y el también
norteamericano John Gianelli, y por dentro Vittorio Gallinari (padre de Danilo)
y el no menos mítico, Dino Meneghin. Completaban el equipo desde el banco, los
gemelos Boselli (Franco y Dino) y el veterano pívot Ferracini.
Celebración del título por parte de Cantú
Frente
a este duro y talentoso equipo milanes, Cantú (ahora llamada Ford) aportaba los galones como vigente
campeón europeo y defensor del título con sus referentes habituales (Marzorati
y Riva) pero esta vez con diferente estructura de equipo. Les acompañaban Renzo
Variviera como alero y como interiores dos pívots potentes: Jim Brewer y
Wallace Bryant. Desde el banquillo sumaban Cattini y Bosa,
dirigidos esta vez por Giancarlo Primo.
Era la
oportunidad para Cantú de hacer su “doppieta”, es decir, repetir título, y para
ello debían derrotar en Grenoble a los púpilos de Dan Petterson. Se inicia el
partido con anotaciones de Premier (2-4) al que contesta rápidamente Riva
(11-8). Los pívots de Cantú comienzan a imponerse especialmente de la mano de
Bryant (19-12, 21-16).
Una
canasta de Bosa pone la máxima en siete puntos (25-18) pese a la zona
milanista, las diferencias se mantienen hasta el descanso (27-20) al que se
llega con esos mismos siete de ventaja para Cantú (29-22) con Riva (9) y
Gianelli (12) como máximos anotadores.
La segunda
parte va a ser terriblemente emocionante. En los primeros compases, Cantú
gracias a Bryant marca su máxima (33-22) atajada rápidamente por D´Antoni
(35-28). Domina Cantú plácidamente yéndose claramente en el marcador (41-28,
43-30, 47-32). Con trece abajo (47-34) y Meneghin eliminado, muchos darían por
muerto a Milan, pese a ello una gran defensa y la actuación del capitán
Ferracini devuelven a los milanistas al encuentro (51-50).
Dicen
que una remontada no es tal hasta que el equipo que remonta se pone por
delante, eso justamente le pasó a Milan. Cantú se rehizo a tráves de Brewer y
Bosa (57-50, 61-52). Marzorati parecía poner la puntilla a dos minutos para el final
(69-62), los jugadores ya casí lo celebraban pero llegó un final de locos...
Boselli y Gianelli anotaban (69-66). Brewer pierde la bola, anota Boselli de
nuevo (69-68) a diez segundos…y la vuelve a rifar Brewer en el saque de fondo y recupera
Milan,
¡¡¡Milan con bola para ganar tras ir quince abajo¡¡¡
¡¡¡Milan con bola para ganar tras ir quince abajo¡¡¡
Con 69
a 68 y 10 segundos a Milan se le habían agotado los tiempos muertos. D´Antoni
(anticipando su época de entrenador) monta una jugada rápida, penetra atrayendo
a la defensa y deja solo a Dino Boselli que falla, el rebote es para Gallinari
que quiere dejar la bandeja pero se encuentra con un taponazo de Brewer, que
enmienda así sus errores anteriores. ¡¡¡Final¡¡¡ 69-68, Cantú hace doblete con
otro primoroso partido de Marzorati (29 puntos) y el tapón salvador de Brewer.
ANOTADORES:
Milan: 68 – D´antoni 10 Premier 6 Gianelli 20
Gallinari 0 Meneghin 6 – Ferracini 12 F. Boselli 8 D. Boselli 6
Cantú: 69 -
Marzorati 7 Riva 18 Variviera 2 Brewer 14 Bryant 18 – Bosa 4 Cattini 6
Brewer decisivo: 14 puntos y el tapón final.
Qué partido, qué emoción. Un encuentro que parecía claramente
decantado para Cantú tuvo tremenda emoción hasta el último tiro. En Milán vemos
el novedoso por entonces “triple poste” con Gianelli y Gallinari cargando mucho
el rebote de ataque, fórmula que más adelante le dará réditos al equipo de Dan Petterson.
Curioso que el equipo remontó sin Meneghin, no fue sin duda el día del mítico
pivot italiano.
Cantú creo que se confió, lo vio ganado y comenzó a
celebrar muy pronto. Se libró por los pelos aunque hubiera sido injusta la
derrota porque el desempeño durante el partido de los pupilos de Primo fue espectacular, con un excelso
Marzorati y el enorme Wallace Bryant dominando la zona.
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