“LA LIBELULA” SE LLEVÓ EL TROFEO A ROMA


En la edición de 1984, dos nuevos equipos llegaban a la final de la Copa de Europa, el Banco di Roma italiano y el F.C. Barcelona, destronando así al “poder establecido” de conjuntos como el Maccabi y el Cantú. Dos equipos opuestos en su propuesta de juego pero que alcanzaron la ronda final tras deshacerse en la liguilla de los mencionados Cantú y Maccabi, así como de Bosna y Limoges.


Sería la primera vez que el conjunto blaugrana llegase a la final y lo hacía pleno de confianza tras ganar la liguilla. El conjunto dirigido por Antoni Serra contaba con un base “cerebral” como Nacho Solozabal, un alero alto y fiable como “Chicho” Sibilio y dos americanos interiores de tremenda potencia: Marcellus Starks y Mike Davis. Pero ante todo, el Barça contaba con el mejor escolta de Europa, Juan Antonio San Epifanio “Epi” como estandarte del equipo.

Para acompañar a este gran quinteto, desde el banco apoyaban el base Arturo Seara, el alero Pedro Ansa y el mítico “Lagarto” Juan Domingo De la Cruz como pívot reserva.

Parecía el año y el momento para que el Barça obtuviese su primera Copa de Europa, pero como último obstáculo debía batir al Banco di Roma. Un conjunto italiano que tenía como principal cualidad la capacidad anotadora del ex NBA y base del equipo, Larry Wright, apodado “La libélula”. Junto al norteamericano, aparecían como escolta el no menos mítico Enrico Gilardi gran tirador, y el alero Marco Solfrini. Dentro, el ala-pívot Fulvio Polesello y el otro norteamericano del equipo, Clarence Kea, un gran reboteador. Desde el banquillo, como repuesto de los exteriores estaba Sbarra, y para aleros e interiores, Bertolotti y Tombolato. Como entrenador, Valerio Bianchini, el mismo que dos años atrás llevó a Cantú a la gloria.

                                         Polesello (11) capitán del equipo, recibe el trofeo

La final se disputó en Ginebra y comenzó con un Barcelona en tromba (9-2) con un Epi desatado en ataque (11-4, 15-8). Roma estaba atascado y veía como el Barça se marchaba en el marcador (17-8, 29-22). Siempre con el conjunto blaugrana por delante, Ansa tomó el relevo anotador de Epi, marcando con una canasta suya la máxima diferencia (35-22) tras un parcial de 9-0. Starks (37-24) y Epi (40-27) suplían la baja por faltas de Davis (4 faltas en la primera parte) y por los italianos sólo Kea (42-32) daba réplica. Al descanso, Roma redujo la diferencia a cinco puntos con canastas de Wright (47-42). Era un desgraciado presagio de lo que pasaría en la segunda mitad para el equipo español…
                                               Wright (4) apodado "La libélula" fue el MVP del partido


Al entretiempo llegaron como máximos anotadores Epi con 18 y Kea con 9, Wright sólo llevaba ocho puntos pero nada más empezar la segunda parte, hizo gala de su apodo (la libélula) y comenzó a sobrevolar el aro blaugrana (44-36). Pese a Wright, el Barça se mantenía arriba (50-38, 54-43), además Roma perdía a Gilardi por faltas. Ahí fue donde Wright asumió todo el protagonismo en ataque (56-49) a lo que se sumó la quinta de Davis, así la ventaja se fue reduciendo poco a poco (56-53) y con un parcial de 0-12 para los italianos, Roma se puso por delante (56-59).

                                             Epi (15) con 31 puntos, no pudo evitar la derrota

Aún quedaba mucho (ocho minutos para el final) pero el Barça parecía anímicamente destruido por la ventaja desperdiciada (60-61). La quinta de Solozabal y la cuarta de Epi fueron dos clavos en el ataúd (65-69). De la Cruz y Epi anotaban para los blaugranas (73-75). Sin embargo una canasta de Kea sepultó las esperanzas barcelonistas y puso cierre al partido, tras el que una gran avalancha de tiffosis italianos invadieron la cancha para celebrarlo. Banco di Roma era campeón europeo (73-79)

 

ANOTADORES:

Roma: 79 – Wright 27 Gilardi 4 Solfrini 8 Polesello 8 Kea 17 – Sbarra 8 Bertolotti 2  Tombolato 5

Barcelona: 73 -  Solozabal 6 Epi 31 Sibilio 4 Davis 3 Starks 12 – Ansa 11 De la Cruz 4 Seara 2

 

Y ahora como siempre el análisis. 34 años después aún no se entiende como perdió esa final el Barça, con una primera parte primorosa de Epi y el partido completamente controlado…así es el baloncesto de bonito y de cruel a veces. En el conjunto español, floja aportación de Sibilio y de Davis, a ratos Solozabal, pero sobre todo lo más positivo fue la figura hegemónica de Epi con 31 puntos. Curioso ver los nombres de los jugadores en las camisetas (totalmente novedoso en la época).

Cayó el equipo blaugrana ante un equipo hecho por y para Larry Wright. Si bien no empezó fino, el norteamericano dominó la segunda parte y remontaron gracias en gran parte a los 19 puntos que anotó en el segundo periodo. Tiro, penetración y faltas personales, Wright llevó a su equipo al triunfo con una portentosa actuación pese a la pobre anotación de su otra estrella, Gilardi. Kea aportó dominio en el rebote, y así se consumó la victoria…

Ya en el horizonte asoma la final del 85 con dos jugadores HISTORICOS: Drazen Petrovic y Fernando Martín...¿como para perdérselo verdad?

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