EL GENIO DE SCHUSTER Y LA CABEZA DE HRUBESCH

La Euro 80 supuso el paso definitivo de esta competición hacia un nivel superior. Se procedió por primera vez al cambio en el número de equipos para la fase final del torneo ampliándola a ocho (por los cuatro de las ediciones anteriores) y se designó a Italia como sede única. A dicha fase final se accedía por medio de una previa clasificatoria, perfilándose así como una competición muy parecida al Mundial.
                          Hrubesch anota el tanto de la victoria germana ante la salida en falso de Pfaff

Organizativamente, esta Eurocopa fue un desastre en lo referente a afluencia de público (podéis visionar partidos y veréis un montón de “cemento”) y deportivamente no fue un torneo espectacular. La nota positiva fue que sirvió para afianzar un modelo de ocho equipos que se perpetuó en el tiempo y que se mostró ciertamente exitoso.

Tras la dura fase de clasificación, ocho selecciones se disputaron el trofeo, el mismo que había obtenido Checoslovaquía cuatro años gracias entre otros al famoso penalti de Panenka en la tanda de penaltis frente a la RFA.
Estos ocho equipos se distribuyeron en dos grupos de cuatro conjuntos cada uno, donde el vencedor de cada grupo pasaría directamente a la final y los segundos de grupo lucharían por el tercer y cuarto puesto.

FASE DE GRUPOS:

Así, en el grupo A tenemos a la República Federal Alemana (RFA) campeón en el 72, Checoslovaquía vigente campeona (1976), Holanda con los últimos rescoldos de la “Naranja mecánica” y, la a priori cenicienta del grupo, Grecia. El partido inaugural enfrentó a RFA y Checoslovaquía, duelo de campeones, resuelto por un solitario gol de Rummenigge que otorgaba los dos primeros puntos al equipo teutón (recordad, sobre todo los más jóvenes, que antes la victoria valía dos puntos). Holanda por su parte, vencía con muchos apuros a Grecia con un gol penalti transformado por Kist (penalti de risa del portero griego a Naninga).

RFA y Holanda disputaron el mejor partido del campeonato, en el que Klaus Allofs anotó un hat-trick poniendo en clara ventaja a los suyos (3-0), diferencia recortada por Rep y Van de Kerkhof, pero insuficiente para la remontada (3-2). Checoslovaquia también sufrió para vencer a Grecia, con golazo de Panenka y posterior empate griego, para acabar venciendo 3 a 1.

                                          Bélgica sorprendió a todos metiéndose en la final de la Eurocopa.


Así para la última jornada, RFA tenía  4 puntos, Holanda y Checoslovaquia 2 y Grecia 0, por lo que un empate ante Grecia les valía a los teutones para pasar a la final…y así sucedió, 0-0 reservando titulares los de Jupp Derwall y todos contentos: RFA pasaba a la finalísima y Grecia conseguía su primer punto. Este resultado desvanecía las opciones de Holanda y  Checoslovaquia de llegar a la final, por lo que ambos lucharon por disputar el partido de consolación. A los pupilos de Josef Venglos les valía el empate, aún así se adelantaron por medio de su goleador Nehoda, empató Holanda con un gol de Kist pero la diferencia de goles le daría el pase a Checoslovaquía, en la lucha por el tercer puesto.

En el grupo B quedaron emparejados Italia, anfitriona y con un conjunto lleno de talento, Belgica en su mejor generación, Inglaterra también favorita junto a Italia, y España que optaba a todo. España e Italia empataron a 0 en el inaugural del grupo (tendremos un especial sobre la actuación de España) en un partido soso que daba esperanzas a los españoles de clasificarse. También igualaron ingleses y belgas con goles de Wilkins y Ceulemans.

La igualdad en el grupo se deshizo en la segunda jornada; primero Belgica daba la sorpresa venciendo a España (2-1), con goles de Gerets y Cools, anotando Quini para los nuestros mientras que Italia vencía a Inglaterra cerca del final del encuentro con gol de Tardelli.

La última jornada dejaba a Italia y Belgica con 3 puntos y a España e Inglaterra con 1, por lo que el duelo entre los nuestros y los ingleses era casi un trámite, a la espera de un milagro. Volvimos a caer derrotados y de nuevo 2 a 1. Belgica sabía que un empate les metía en la final frente a los anfitriones debido al gol-average, por lo que se dedicaron a defender el 0-0 inicial con un Jean-Marie Pfaff sublime. Todo pudo cambiar a poco del final con un penalti clarisimo a favor de Italia por manos de un defensa belga que el colegiado sacó fuera del área (leen bien, le tangaron a Italia en Italia, vivir para ver…) por lo que la final sería RFA-Belgica y la consolación Italia-Checoslovaquia.



FASE FINAL:

El partido para el tercer y cuarto acabó en la tanda de penaltis tras el 1-1 final con goles de Jurkemik (golazo) y Graziani. Tras 15 penaltis, Collovati falló para los azzurri y Barmos anotó para Checoslovaquia, consiguiendo estos últimos la tercera posición final.

La gran final estaba servida. En Roma, los alemanes federales y los "diablos rojos" belgas se disputarían la Eurocopa de 1980.

La RFA formaba con Toni Schumacher bajo palos, defensa para Karl, Briegel, Dietz y Foster, centro de campo con Schuster, Stielike, Rummenige y Hansi Muller y en la delantera Allofs y Hrubesch. Como entrenador, Josep “Jupp” Derwall.

Los “diablos rojos” alineaban a Pfaff de portero, línea defensiva con Gerets, Meeuws, Millecamps y Renquin, centro del campo para Cools, Mommens, Van Moer y Vandereycken y en punta de ataque Ceulemans y Van der Elst. El entrenador era Guy Thys.

Se adelantaron pronto en el marcador los teutones. Schuster, inconmensurable todo el torneo, avanza con el balón y sirve en la frontal al “gigantón” delantero del Hamburgo, Bernd Hrubesch, quién de fuerte disparo con la derecha bate al hasta ahora infranqueable guardameta Jean-Marie Pfaff, era el 1 a 0 para los pupilos de Derwall. Era el minuto 10 de juego.


Este resultado acercaba a los alemanes federales a la posibilidad de ser el primer equipo en ganar dos Eurocopas. Bélgica se repuso en el juego y dominó en la segunda parte, hasta empatar (eso sí, de penalti que fue falta fuera del área de Stielike a Van der Elst y que el colegiado el rumano Rainea lo metió dentro). 
La pena máxima la transformó Vandereycken (1-1) en el minuto 75 de partido. El empate belga dio paso a momentos de dominio rojillo que de no ser por un inspirado Schumacher, habrían conseguido la remontada pero…Alemania es Alemania…
...Y a dos para el final, un despeje belga en su esquina defensiva derecha pega en el banderín y se va a corner. Lo bota Rummenige, Pfaff duda quedándose a media salida (lo peor que puede hacer un portero en un corner) y aparece de nuevo Hrubesch, esta vez con su 1.90, para conectar un tremendo cabezazo que se cuela en la vacía meta belga, un cabezazo para la historia que puso el definitivo 2 a 1 final….La RFA era ¡¡¡campeona de Europa¡¡¡

El campeonato nos dejó nombres para la historia: fue la primera gran aparición de un rubio melenudo que jugaba como los ángeles, Bernd Schuster, notable la actuación de otros nombres de la década como Ceulemans o Rummenige.
No fue un torneo súper brillante como dijimos anteriormente, ya que Italia no desplegó su mejor juego sobrepresionada por el público, Holanda y Checoslovaquia estaban el ocaso de sus brillantes generaciones e Inglaterra y España decepcionaron  por completo en su juego. 
Fue un torneo que coronó a Klaus Allofs como pichichi de la competición con 3 goles (el hat-trick ante Holanda) y a su equipo, la República Federal Alemana como la nueva campeona de Europa de selecciones.

 

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